Que es argumento en una historia

Que es argumento en una historia

En el mundo de la narración, el término argumento juega un papel fundamental para dar forma a cualquier historia. También conocido como trama o estructura narrativa, el argumento es el esqueleto que sostiene la obra, permitiendo que los personajes, la ambientación y los eventos fluyan de manera coherente. Aprender qué es el argumento en una historia es esencial para cualquier escritor, lector o amante del cine y la literatura.

¿Qué es argumento en una historia?

El argumento en una historia es la secuencia de eventos y decisiones que guían la narrativa desde el comienzo hasta el final. Es la estructura básica que organiza la historia, determinando qué sucede, por qué sucede y cómo se resuelve. Un buen argumento no solo captura la atención, sino que también mantiene el interés del lector o espectador, proporcionando un desarrollo lógico y emocionalmente significativo.

Además, el argumento permite que los personajes evolucionen y que los conflictos se resuelvan de manera coherente. Por ejemplo, en una novela de misterio, el argumento puede seguir la estructura clásica de introducción del caso, investigación, descubrimiento de pistas y resolución final. En este sentido, el argumento es el hilo conductor que organiza la historia.

En la historia de la literatura, el argumento ha evolucionado desde las narrativas lineales y sencillas hasta estructuras complejas con múltiples capas y perspectivas. Autores como James Joyce o Virginia Woolf introdujeron argumentos no lineales, donde el tiempo y la percepción del personaje son clave. Esto muestra cómo el argumento no solo es una herramienta narrativa, sino también una forma de explorar temas profundos.

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La importancia del argumento en la narrativa

El argumento es el núcleo de cualquier historia, ya sea en literatura, cine o series de televisión. Sin un buen argumento, la historia carece de dirección y no puede mantener la atención del público. Es el motor que impulsa la trama, define los objetivos de los personajes y establece el conflicto central que debe resolverse.

Una historia con un argumento sólido permite al autor explorar temas universales, como el amor, la justicia, la identidad o la supervivencia. Por ejemplo, en El Señor de los Anillos, el argumento gira en torno a la destrucción del Anillo Único, lo que permite desarrollar una trama épica con múltiples capas de conflicto, desde lo personal hasta lo cósmico.

Además, el argumento estructura la historia en partes clave: la introducción, el desarrollo, el clímax y el desenlace. Esta estructura no solo facilita la narración, sino que también ayuda al lector a seguir el hilo de la historia. Un argumento bien construido puede incluso influir en el estilo narrativo, ya que determina qué tipo de lenguaje, ritmo y técnicas se utilizarán.

El argumento y el impacto emocional en el lector

El argumento no solo organiza la historia, sino que también tiene un impacto emocional directo sobre el lector o espectador. A través del desarrollo del argumento, el público se conecta con los personajes, sus deseos, sus miedos y sus conflictos. Un argumento bien construido puede provocar empatía, tensión, alegría o tristeza, dependiendo de cómo se desarrolle la trama.

Por ejemplo, en una novela de drama, el argumento puede mostrar el progreso emocional de un personaje desde la infelicidad hasta la redención. En el cine, películas como Titanic o El Padrino utilizan argumentos que, además de contar una historia, transmiten emociones profundas y duraderas. En este sentido, el argumento no solo es estructura, sino también un medio para transmitir sentimientos y mensajes.

Ejemplos de argumentos en historias famosas

Para entender mejor qué es un argumento en una historia, es útil analizar ejemplos concretos. En la novela Cien años de soledad, el argumento gira en torno a la historia de la familia Buendía y su lucha contra el destino y el tiempo. La trama combina elementos realistas con lo fantástico, lo que le da una dimensión única y compleja.

En el cine, la película El Resplandor de Stanley Kubrick presenta un argumento basado en la descomposición mental de un hombre que se convierte en asesino. Aunque la estructura es sencilla, el argumento se enriquece con símbolos y metáforas que le dan una profundidad emocional y psicológica.

Otro ejemplo es Harry Potter y la Piedra Filosofal, donde el argumento sigue a un joven mago que debe proteger un objeto mágico de caer en manos equivocadas. Este argumento permite el desarrollo de múltiples personajes, la creación de un mundo mágico y la exploración de temas como la amistad y el deber.

El argumento como herramienta de estructuración narrativa

El argumento es una herramienta clave para estructurar la narrativa de manera coherente. En el proceso de escritura, los autores suelen dividir el argumento en tres actos: el primer acto introduce al lector en el mundo de la historia y establece el conflicto; el segundo acto desarrolla la trama y presenta obstáculos para el personaje principal; y el tercer acto resuelve el conflicto y cierra la historia.

Además, el argumento puede seguir diferentes estructuras narrativas, como la estructura de los tres actos, la estructura en espiral o incluso estructuras no lineales. Estas variaciones permiten a los autores explorar diferentes enfoques narrativos según el género y la intención de la historia.

Por ejemplo, en el género de terror, el argumento suele construirse alrededor de la creación de tensión y misterio, mientras que en el género histórico, el argumento se centra en la reconstrucción de eventos reales con un enfoque dramático. En ambos casos, el argumento sirve como guía para el desarrollo de la historia.

10 ejemplos de argumentos en historias de diferentes géneros

  • Ficción realista: El viejo y el mar de Ernest Hemingway, donde un viejo pescador lucha contra un pez gigante en el océano.
  • Fantasía: El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien, donde un grupo de personajes debe destruir un anillo mágico.
  • Ciencia ficción: 1984 de George Orwell, donde un hombre lucha contra un régimen totalitario.
  • Drama: El cuaderno de Noah de Daniel Keyes, donde un hombre con discapacidad intelectual lucha por su identidad.
  • Terror: Frankenstein de Mary Shelley, donde un científico crea una criatura que se vuelve contra él.
  • Romance: Orgullo y prejuicio de Jane Austen, donde dos personajes superan prejuicios para unirse.
  • Policiaco: El asesinato de Roger Ackroyd de Agatha Christie, donde un detective resuelve un crimen.
  • Aventura: El tesoro de Sierra Madre de B. Traven, donde un grupo de hombres busca oro en México.
  • Comedia: Orgullo y prejuicio también puede ser categorizado como comedia social.
  • Histórica: Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer, donde diversos personajes cuentan historias basadas en su experiencia.

La relación entre argumento y personaje

El argumento y el personaje están estrechamente relacionados, ya que el desarrollo del argumento depende de la evolución del personaje principal. En muchas historias, el personaje es el motor del argumento, ya que sus decisiones, errores y crecimiento son los que impulsa la trama.

Por ejemplo, en Madame Bovary, el personaje de Emma Bovary es quien impulsa la historia con sus deseos de romance y lujo, lo que lleva al argumento a su desenlace trágico. En El Gran Gatsby, el personaje de Jay Gatsby persigue un ideal irrealizable, lo que define el argumento de la novela.

En este sentido, el argumento no solo describe qué sucede, sino también cómo el personaje reacciona ante lo que sucede. Esta interacción entre argumento y personaje es lo que hace que una historia sea memorable y emocionalmente impactante.

¿Para qué sirve el argumento en una historia?

El argumento sirve como guía para la narrativa, permitiendo que la historia fluya de manera coherente y significativa. Su función principal es organizar los eventos, los personajes y los conflictos de tal manera que el lector o espectador pueda seguir la historia sin confusiones.

Además, el argumento permite al autor explorar temas profundos y transmitir mensajes o ideas. Por ejemplo, en 1984, el argumento no solo cuenta la historia de un hombre en un régimen totalitario, sino que también critica el poder del estado y la manipulación de la verdad.

Otra función importante del argumento es mantener la atención del público. Un buen argumento crea expectativas, genera tensión y ofrece resoluciones que satisfacen al lector. En el cine, por ejemplo, las películas exitosas suelen tener argumentos bien estructurados que mantienen al espectador en sus asientos hasta el final.

Argumento versus trama: ¿Son lo mismo?

Aunque a menudo se usan indistintamente, argumento y trama no son exactamente lo mismo. El argumento se refiere a la estructura general de la historia, es decir, qué sucede y cómo se organiza. Por otro lado, la trama se refiere a la secuencia de eventos que ocurren en la historia, incluyendo detalles específicos, giros argumentales y momentos clave.

Por ejemplo, en la novela El Gran Gatsby, el argumento es que un hombre obsesionado con el pasado intenta reconquistar a una mujer, mientras que la trama incluye detalles como los amores anteriores, los intentos de Gatsby de impresionarla y el final trágico.

Entender esta diferencia es fundamental para los escritores, ya que permite trabajar con mayor precisión en la construcción de la historia. El argumento define el esqueleto, mientras que la trama es la carne que lo cubre y lo hace tangible.

El argumento como reflejo de la sociedad

El argumento de una historia no solo narra una trama, sino que también puede reflejar las preocupaciones, valores y conflictos de la sociedad en la que fue escrita. Muchas obras literarias utilizan el argumento para criticar o destacar aspectos de la cultura, la política o la moral de su época.

Por ejemplo, en La Iliada, el argumento refleja los valores de la sociedad griega antigua, como la gloria, el honor y el destino. En La Odisea, el argumento muestra la importancia de la lealtad y el hogar. En la literatura moderna, novelas como 1984 o Fahrenheit 451 utilizan argumentos para criticar la censura, el control del estado y la manipulación de la información.

En este sentido, el argumento puede ser una herramienta poderosa para transmitir mensajes sociales y culturales. A través de él, los autores pueden influir en la percepción del lector sobre el mundo que le rodea.

El significado del argumento en la narrativa

El argumento es una de las piezas clave en la narrativa, ya que define el propósito y la dirección de la historia. Su significado va más allá de lo estructural: es una forma de organizar ideas, emociones y experiencias de manera que puedan ser compartidas con otros.

En términos técnicos, el argumento es la secuencia de eventos que guía la historia, pero en términos creativos, es una forma de explorar la humanidad. A través del argumento, los autores pueden abordar temas como el amor, la muerte, la justicia o la identidad, permitiendo que el lector se identifique con la historia y con los personajes.

Por ejemplo, en Cien años de soledad, el argumento no solo narra la historia de una familia, sino que también representa la historia de un país y su lucha por encontrar su identidad. En este sentido, el argumento es una herramienta para conectar con el lector en niveles emocionales y intelectuales.

¿De dónde viene el concepto de argumento en una historia?

El concepto de argumento como estructura narrativa tiene sus raíces en la antigua Grecia, donde los filósofos como Aristóteles estudiaron la narrativa como un arte. En su obra Poética, Aristóteles definió el argumento como la disposición de los acontecimientos. Para él, una buena historia debía tener una estructura clara con un comienzo, un desarrollo y un final.

Aristóteles también distinguía entre dos tipos de argumentos: los que se basan en la acción (trama) y los que se basan en el conocimiento (drama). Esta clasificación influyó profundamente en la teoría narrativa a lo largo de la historia, especialmente en el teatro clásico y en la literatura posterior.

Con el tiempo, diferentes autores y teóricos han propuesto sus propias estructuras narrativas, pero el concepto básico de argumento como secuencia de eventos sigue siendo fundamental para entender cómo se construye una historia.

Argumento en distintas formas de narrativa

El argumento no solo se aplica a la literatura, sino que también es esencial en otras formas de narrativa, como el cine, el teatro, los cómics y los videojuegos. En cada una de estas formas, el argumento se adapta a las características específicas del medio, pero mantiene su función básica de guiar la historia.

En el cine, el argumento se apoya en la combinación de imágenes, sonido y diálogo para construir una narrativa visual. En el teatro, el argumento se desarrolla en tiempo real, con una dependencia mayor del diálogo y la interpretación de los actores. En los cómics, el argumento se divide en viñetas y páginas, lo que permite una estructura narrativa diferente.

En los videojuegos, el argumento puede ser lineal o no lineal, dependiendo de si el jugador tiene libertad para elegir su camino. En ambos casos, el argumento sigue siendo el hilo conductor que conecta las decisiones del jugador con la evolución de la historia.

¿Cómo afecta el argumento al lector o espectador?

El argumento tiene un impacto directo en cómo el lector o espectador experimenta la historia. Un buen argumento mantiene la atención, genera empatía hacia los personajes y crea expectativas que se resuelven de manera satisfactoria. Además, el argumento puede provocar emociones profundas, desde la tristeza hasta la alegría.

Por ejemplo, en una novela de drama, el lector puede experimentar una conexión emocional con los personajes y sus luchas. En una película de acción, el argumento mantiene al espectador en tensión, esperando el siguiente giro. En ambos casos, el argumento es lo que hace que la historia sea memorable.

En el caso de las series de televisión, el argumento se extiende a lo largo de múltiples episodios, lo que permite construir una historia más compleja y detallada. Esto también permite al lector o espectador desarrollar una relación más profunda con los personajes y la trama.

Cómo usar el argumento en la narrativa y ejemplos prácticos

Para utilizar el argumento de manera efectiva en una narrativa, es importante seguir ciertos pasos. Primero, define el objetivo del argumento: ¿qué quieres contar? ¿qué mensaje quieres transmitir? Luego, establece los elementos clave: personajes, conflicto, escenario y resolución.

Por ejemplo, si estás escribiendo una historia de amor, tu argumento podría seguir la estructura clásica de dos personas que se conocen, se enamoran, enfrentan obstáculos y finalmente se unen. En una historia de misterio, el argumento podría seguir la estructura de un crimen, una investigación y una resolución.

Un ejemplo práctico es el siguiente: si tu historia es sobre un personaje que debe superar su miedo al agua para salvar a alguien, el argumento puede desarrollarse en tres actos: el primer acto presenta el miedo del personaje, el segundo acto muestra cómo intenta superarlo, y el tercer acto resuelve el conflicto con el rescate.

El argumento en la narrativa oral y tradicional

El argumento también tiene una presencia importante en la narrativa oral y tradicional, donde se transmite de generación en generación a través de cuentos, leyendas y mitos. En estas narrativas, el argumento suele ser sencillo, pero cargado de simbolismo y enseñanzas.

Por ejemplo, en las fábulas de Esopo, el argumento se centra en la interacción entre animales que representan características humanas, y el mensaje moral se transmite a través de la historia. En las leyendas indígenas, el argumento a menudo incluye la interacción entre humanos y espíritus, lo que refleja las creencias culturales de la comunidad.

Estos argumentos orales han influido en la literatura moderna y en el cine, donde se adaptan y reinterpretan para nuevas audiencias. Aunque las formas cambian, el argumento sigue siendo la base que conecta a las personas con sus historias.

El argumento en la narrativa contemporánea

En la narrativa contemporánea, el argumento ha evolucionado para adaptarse a los cambios en la sociedad y en los medios de comunicación. Las historias modernas suelen incluir argumentos complejos, con múltiples capas, personajes no lineales y estructuras narrativas no convencionales.

Por ejemplo, en la literatura posmoderna, autores como David Foster Wallace o Italo Calvino utilizan argumentos fragmentados para explorar la naturaleza de la realidad y la percepción. En el cine, películas como Pulp Fiction o Memento utilizan argumentos no lineales para desafiar al espectador y ofrecer una experiencia más inmersiva.

Este enfoque moderno del argumento permite a los autores abordar temas más profundos y reflexionar sobre el mundo de hoy. Aunque las estructuras pueden ser complejas, el propósito del argumento sigue siendo el mismo: guiar la historia y conectar con el lector o espectador.