Que es el indicador neet de la ocde

Que es el indicador neet de la ocde

El indicador NEET (acrónimo en inglés de *Not in Education, Employment or Training*) es una métrica utilizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para medir la proporción de jóvenes entre 15 y 29 años que no están estudiando, trabajando ni formándose. Este dato es clave para evaluar el bienestar social y la inclusión laboral en los países miembros. En este artículo exploraremos en profundidad qué significa el NEET, por qué es relevante y cómo se utiliza en el análisis de políticas educativas y laborales.

¿Qué es el indicador NEET de la OCDE?

El indicador NEET se refiere a los jóvenes que, durante un período determinado, no están involucrados en ninguna actividad educativa, laboral o formativa. Se considera un termómetro esencial para medir la exclusión social y la transición al mundo adulto. La OCDE lo utiliza para comparar el desempeño de los distintos países en materia de empleabilidad y formación de su juventud.

Este indicador permite a los gobiernos y organismos internacionales identificar tendencias, diseñar políticas públicas y medir la eficacia de las estrategias para integrar a los jóvenes en el mercado laboral. Por ejemplo, una alta tasa de NEET puede indicar problemas en el sistema educativo, falta de oportunidades laborales o barreras estructurales como el desempleo juvenil.

Un dato interesante es que, según datos de la OCDE de 2022, el promedio de jóvenes NEET en los países miembros es del 12.3%, pero existen grandes disparidades entre ellos. Países como España y Grecia tienen tasas por encima del 20%, mientras que Noruega y Bélgica se sitúan por debajo del 7%. Estas diferencias reflejan realidades socioeconómicas muy distintas.

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El impacto socioeconómico de los jóvenes NEET

La presencia de una alta proporción de jóvenes NEET tiene un impacto negativo tanto a nivel individual como colectivo. Desde una perspectiva individual, estos jóvenes suelen enfrentar mayores riesgos de pobreza, exclusión social y dificultades para insertarse en el mercado laboral en el futuro. Además, la falta de formación o empleo durante la juventud puede limitar su desarrollo personal y profesional a largo plazo.

A nivel colectivo, un mayor número de jóvenes NEET reduce la productividad económica y el crecimiento del país. Esto se debe a que la juventud es un grupo clave para la innovación, la adaptación tecnológica y la dinamización del mercado laboral. Por otro lado, los costos sociales asociados a la exclusión de estos jóvenes (como los relacionados con la salud mental, la delincuencia o la dependencia de servicios públicos) representan un gasto significativo para los sistemas nacionales.

Por todo ello, la OCDE incluye el NEET en sus indicadores clave de desarrollo sostenible y bienestar, ya que refleja una de las dimensiones más críticas para el futuro de las sociedades.

Cómo se calcula el NEET y qué datos se toman en cuenta

El cálculo del NEET implica la medición de la proporción de jóvenes en edad laboral que no están ni estudiando, ni trabajando ni formándose. Para este cálculo, se utilizan datos de encuestas nacionales de hogares o registros administrativos, dependiendo del país. La OCDE establece criterios homogéneos para garantizar la comparabilidad entre regiones.

El NEET se expresa como un porcentaje del total de jóvenes en el rango de edad considerado. Para ser considerado NEET, un joven debe cumplir con las siguientes condiciones: no estar matriculado en un centro educativo, no tener un empleo remunerado y no participar en actividades de formación profesional o programas de empleo. Además, se distingue entre jóvenes NEET activos (que buscan empleo o formación) y pasivos (que no buscan activamente trabajo ni educación).

Este cálculo permite a los gobiernos y analistas identificar patrones específicos, como el NEET por género, nivel educativo o situación migratoria, lo que facilita una intervención más precisa y efectiva.

Ejemplos de políticas para reducir el NEET

Varios países han implementado estrategias exitosas para reducir la tasa de NEET. Por ejemplo, en Reino Unido, el programa *Youth Contract* ofrecía formación y empleo temporal a jóvenes desempleados, logrando una reducción significativa en su tasa NEET. En Francia, el Plan de Lucha contra el Desempleo Juvenil incluye subvenciones a empresas que contraten jóvenes y programas de acompañamiento personalizado.

En España, iniciativas como *Garantía Juvenil* han permitido a miles de jóvenes acceder a formación, prácticas en empresas o empleo. Esta iniciativa, impulsada por la OCDE y adaptada al contexto nacional, ha reducido el NEET en más de 5 puntos porcentuales en ciertas regiones. En Italia, el Programa *Garanzia Giovani* ha ayudado a más de 2 millones de jóvenes a encontrar empleo o formación desde su inicio en 2010.

Estos ejemplos muestran cómo políticas bien diseñadas, con enfoque en la formación dual, el acompañamiento psicosocial y el apoyo a las empresas, pueden revertir la situación de exclusión de los jóvenes NEET.

El concepto de transición al empleo y su relación con el NEET

La transición del sistema educativo al mercado laboral es un proceso complejo que, si no se gestiona adecuadamente, puede dejar a muchos jóvenes en una situación de vulnerabilidad. El NEET es un síntoma de dificultades en esta transición, que puede deberse a múltiples factores: falta de habilidades laborales, desajuste entre la formación y las demandas del mercado, discriminación, o barreras geográficas y económicas.

La OCDE promueve políticas activas de mercado laboral, como la formación dual, los contratos de aprendizaje y los programas de mentoría, para facilitar esta transición. Además, se fomenta la educación vocacional y la adaptación curricular a las necesidades del mercado. Estas estrategias buscan reducir el NEET al ofrecer a los jóvenes oportunidades reales de empleo y formación, combinadas con apoyo psicosocial y orientación laboral.

El éxito en la transición depende también de una cooperación estrecha entre el sector público, el privado y las instituciones educativas, para garantizar que los jóvenes tengan acceso a información clara sobre las oportunidades disponibles y puedan construir trayectorias laborales sólidas.

Recopilación de datos NEET por países miembros de la OCDE

La OCDE publica anualmente un informe sobre las tasas NEET de sus miembros, ofreciendo una visión comparativa que permite identificar buenas prácticas y áreas de mejora. A continuación, se presenta una recopilación de datos de 2022:

  • España: 22.8%
  • Grecia: 21.9%
  • Portugal: 19.1%
  • Italia: 16.5%
  • Francia: 13.2%
  • Reino Unido: 11.7%
  • Alemania: 9.8%
  • Bélgica: 6.9%
  • Noruega: 6.4%

Estos datos reflejan una clara división entre países del sur de Europa, con tasas más altas, y los del norte, donde las políticas activas de empleo y formación son más desarrolladas. Además, se observa una relación inversa entre el nivel de formación y la tasa NEET: los jóvenes con estudios superiores tienen una probabilidad significativamente menor de ser NEET.

La importancia del NEET en el contexto de la crisis económica y pandemia

La crisis económica global de 2008 y, más recientemente, la pandemia de COVID-19 han tenido un impacto profundo en las tasas de NEET. Durante estos períodos, muchos jóvenes han perdido empleos, interrumpido estudios o enfrentado una reducción en las oportunidades de formación. Por ejemplo, en España, la tasa de NEET aumentó de 18% en 2019 a 22.8% en 2022, reflejando los efectos de la pandemia en el mercado laboral y la educación.

La crisis ha exacerbadado desigualdades preexistentes, afectando especialmente a jóvenes con menor nivel educativo, pertenecientes a minorías étnicas o con discapacidades. En este contexto, el NEET se convierte en un indicador esencial para medir la recuperación económica y social, y para diseñar políticas de apoyo a los más vulnerables.

¿Para qué sirve el NEET?

El NEET es una herramienta fundamental tanto para el diseño de políticas públicas como para el análisis de tendencias socioeconómicas. Sirve para identificar a los jóvenes más en riesgo de exclusión y para evaluar la efectividad de los programas de empleo y formación. Además, permite a los gobiernos anticiparse a posibles crisis y actuar de manera preventiva.

Por ejemplo, una subida sostenida en la tasa NEET puede alertar sobre problemas en el sistema educativo, como una falta de adaptación de las enseñanzas a las demandas del mercado laboral. Por otro lado, una disminución significativa puede ser un indicador de éxito de políticas activas de empleo, como los programas de formación dual o de acompañamiento psicosocial. En resumen, el NEET no solo mide un problema, sino que también sirve como guía para solucionarlo.

NEET: una mirada desde sinónimos y variantes

El NEET puede entenderse como una forma de medir la exclusión juvenil, el desempleo no activo o la no participación social. Es una métrica que refleja el número de jóvenes que no están ni estudiando ni trabajando, y que, por tanto, están excluidos del sistema productivo y educativo. Esta exclusión puede deberse a múltiples factores, como la falta de recursos, barreras sociales o falta de oportunidades.

En términos más generales, el NEET forma parte de lo que se conoce como jóvenes en situación de riesgo, un grupo que también incluye a los jóvenes en situación de pobreza, marginación o con necesidades educativas especiales. Este enfoque amplio permite a los gobiernos diseñar políticas más integrales que aborden no solo el empleo, sino también la salud, la educación y el bienestar general de los jóvenes.

El NEET y su relación con la educación y el empleo

El NEET se encuentra estrechamente relacionado con el sistema educativo y el mercado laboral. En muchos casos, los jóvenes que abandonan la escuela tempranamente o no encuentran empleo tras finalizar sus estudios se convierten en NEET. Por otro lado, los sistemas educativos que ofrecen formación dual o que están alineados con las necesidades del mercado laboral tienden a tener menores tasas de NEET.

Además, el NEET también refleja la calidad del mercado laboral. En economías con alta informalidad, escaso crecimiento o falta de empleos para jóvenes, la tasa NEET se eleva. En cambio, en economías con sectores dinámicos, incentivos a la formación y políticas activas de empleo, la tasa tiende a ser más baja. Por eso, el NEET no solo mide un problema, sino que también es un indicador de la salud del sistema educativo y laboral de un país.

El significado del NEET en el contexto social y político

El NEET no es solo un número estadístico, sino un reflejo de las desigualdades y desafíos sociales que enfrentan los jóvenes en una sociedad. Un alto porcentaje de NEET puede indicar fallos en la transición escolar-laboral, falta de oportunidades para ciertos grupos sociales o una crisis estructural en el mercado laboral. Por otro lado, una disminución en la tasa NEET puede ser un indicador de éxito de políticas públicas o de un crecimiento económico sostenible.

Desde el punto de vista político, el NEET se convierte en un tema clave para los gobiernos, especialmente en elecciones donde los jóvenes son un grupo electoral importante. Las promesas de empleo, formación y desarrollo profesional suelen estar centradas en reducir las tasas de exclusión juvenil. Por eso, el NEET no solo es un indicador económico, sino también un tema de legitimidad política y estabilidad social.

¿Cuál es el origen del término NEET?

El término NEET fue acuñado por primera vez en el Reino Unido a mediados de los años 90, durante un período de alta tasa de desempleo juvenil. El gobierno británico identificó a un grupo de jóvenes que no estaban ni en educación, ni en empleo ni en formación, y decidió darle un nombre que facilitara su identificación y seguimiento. A partir de ahí, el término fue adoptado por la OCDE en el año 2000 como parte de sus indicadores de bienestar y desarrollo.

La primera medición oficial de la OCDE sobre NEET se publicó en 2003, y desde entonces se ha convertido en una métrica clave para evaluar el éxito de las políticas de empleo y formación juvenil. Aunque el origen es inglés, el concepto ha sido adaptado a diferentes contextos culturales y educativos, permitiendo comparar la situación de los jóvenes en más de 40 países miembros de la OCDE.

NEET y sus variantes internacionales

Aunque la OCDE define el NEET de manera estándar, otros organismos internacionales han desarrollado sus propias versiones de este indicador. Por ejemplo, la Unión Europea utiliza el término *NEET* para medir a jóvenes entre 15 y 24 años, mientras que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha desarrollado indicadores similares enfocados en grupos más amplios de edad.

En América Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha adaptado el concepto para incluir a jóvenes de zonas rurales y marginadas, donde las tasas de exclusión son aún más altas. Estas adaptaciones reflejan la diversidad de contextos en los que se aplica el NEET, pero mantienen su esencia como herramienta para medir la exclusión juvenil y diseñar políticas activas de empleo y formación.

¿Cómo afecta el NEET al desarrollo económico de un país?

El NEET tiene un impacto directo en el desarrollo económico de los países. Una alta tasa de jóvenes NEET reduce la productividad nacional, ya que una parte significativa de la fuerza laboral potencial no está siendo aprovechada. Además, estos jóvenes suelen depender de los sistemas de asistencia social, lo que genera un costo adicional para los gobiernos.

Por otro lado, una reducción en las tasas de NEET puede impulsar el crecimiento económico, ya que los jóvenes que acceden al mercado laboral o a la formación aportan a la innovación, la productividad y la estabilidad social. Países que han logrado reducir significativamente su tasa NEET, como Alemania o Bélgica, han experimentado tasas de crecimiento más estables y una mayor integración social de los jóvenes.

Cómo usar el NEET como herramienta de análisis y políticas públicas

El NEET puede utilizarse como una herramienta clave para el diseño y evaluación de políticas públicas. Para ello, es fundamental analizar no solo la tasa general, sino también las tasas desagregadas por género, nivel educativo, región y grupo de edad. Por ejemplo, un análisis por género puede revelar si los jóvenes varones o las jóvenes son más propensos a ser NEET, lo que puede indicar necesidades de políticas específicas.

También es útil comparar los datos a lo largo del tiempo para evaluar el impacto de políticas activas de empleo o programas de formación. Por ejemplo, si una región implementa un programa de formación dual y la tasa de NEET disminuye en un 5%, se puede considerar como un éxito del programa. Además, el NEET puede integrarse con otros indicadores, como el PIB per cápita o el índice de bienestar, para obtener una visión más completa del estado de la sociedad.

El NEET y su relación con la salud mental y el bienestar emocional

Una de las dimensiones menos visibles del NEET es su impacto en la salud mental y el bienestar emocional de los jóvenes. Estudios recientes muestran que los jóvenes NEET tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad, depresión y baja autoestima. La falta de estructura diaria, el aislamiento social y la sensación de fracaso pueden llevar a una crisis de identidad y a la desesperanza.

Por otro lado, la exclusión laboral y educativa puede afectar negativamente a las relaciones familiares y sociales, generando un círculo vicioso que dificulta la reinserción. Por eso, muchas políticas destinadas a reducir el NEET también incluyen componentes de salud mental, como el acompañamiento psicosocial, talleres de autoestima y grupos de apoyo.

El futuro del NEET y las nuevas tendencias en políticas juveniles

En un contexto de transformación digital, automatización y crisis climática, el NEET sigue siendo un desafío importante para los países. Sin embargo, también se presenta como una oportunidad para reinventar el sistema educativo y laboral. Las nuevas tecnologías ofrecen oportunidades para la formación a distancia, la educación personalizada y la creación de empleos en sectores emergentes como la energía sostenible o la inteligencia artificial.

Además, el NEET está ganando protagonismo en los debates sobre la justicia social y el desarrollo sostenible. Organismos como la OCDE y la UNESCO están promoviendo enfoques más inclusivos que integren a los jóvenes NEET en la toma de decisiones. Estas tendencias sugieren que el NEET no solo es un problema a resolver, sino también una oportunidad para construir sociedades más justas y resilientes.