Que es la realidad segun santo tomas de aquino

Que es la realidad segun santo tomas de aquino

La filosofa de la existencia, el conocimiento y el ser han sido temas centrales en la historia del pensamiento humano. Uno de los filósofos más influyentes en esta línea es Santo Tomás de Aquino, cuya visión de la realidad sigue siendo objeto de estudio en filosofía y teología. En este artículo exploraremos a fondo qué es la realidad según Santo Tomás de Aquino, desde su perspectiva filosófica y teológica, con el objetivo de comprender cómo este pensador medieval entendía el mundo, la naturaleza humana y la relación entre Dios y la creación.

¿Qué es la realidad según Santo Tomás de Aquino?

Para Santo Tomás de Aquino, la realidad no es solo una apariencia sensorial, sino una existencia objetiva que trasciende el sujeto que la percibe. En su filosofía, la realidad está compuesta por entes (seres) que tienen una existencia real y una esencia. Estos entes participan en el Ser divino, que es el fundamento último de toda existencia. La realidad, por tanto, no es aleatoria ni contingente, sino que tiene un orden inteligible, reflejado en la razón y en la estructura del cosmos.

Un dato histórico interesante es que Santo Tomás se inspiró en Aristóteles y en la filosofía escolástica para desarrollar su visión de la realidad. A diferencia de Platón, quien veía la realidad como una emanación de las ideas, Santo Tomás afirmaba que la realidad es material y que el mundo físico es auténticamente real. Esto lo llevó a defender una teoría del ser según la cual los entes participan en el Ser divino de una manera ordenada y jerárquica.

La estructura ontológica de la realidad

Santo Tomás de Aquino organiza la realidad en una jerarquía ontológica que va desde el ente más imperfecto hasta el ente más perfecto: Dios. Esta estructura se basa en el concepto de participación, según el cual los seres creados participan del Ser divino en diferentes grados. En esta visión, la realidad no es solo diversa, sino también ordenada y finalista, con cada ser tendiendo hacia su perfección.

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Además, Santo Tomás distingue entre el ser y la esencia. Mientras que en los entes divinos el ser y la esencia son idénticos, en los entes criados son distintos. Esto permite entender cómo los seres materiales pueden existir sin ser lo que son en su esencia. Por ejemplo, un hombre existe como ser, pero su esencia está determinada por su naturaleza racional y corpórea. Esta distinción es fundamental para comprender su teoría de la creación y la existencia de los seres.

La realidad como participada y ordenada

Una de las ideas más profundas de Santo Tomás es que la realidad no es autocontenida, sino que participa del Ser divino. Esto significa que cada ser existente no tiene su ser en sí mismo, sino que lo recibe de una fuente trascendente, que es Dios. Esta noción de participación no implica que los seres sean meros reflejos, sino que tienen una existencia real y autónoma, aunque dependiente de la causa primera.

Esta concepción también explica la finalidad de los seres: cada uno tiende hacia su perfección según su naturaleza. Por ejemplo, una planta busca crecer, un animal busca sobrevivir y un ser humano busca la verdad y el bien. Este orden finalista es una característica esencial de la realidad para Santo Tomás, quien ve en ello una manifestación de la sabiduría divina.

Ejemplos de la realidad según Santo Tomás de Aquino

Para ilustrar mejor la visión de Santo Tomás, podemos analizar algunos ejemplos concretos:

  • El hombre como microcosmos: El ser humano, según Santo Tomás, es un ente compuesto de cuerpo y alma, y su realidad se manifiesta en su capacidad de conocer y amar. Su alma racional le permite acceder a la verdad y a Dios.
  • La existencia de Dios: Para Santo Tomás, Dios es el ser perfecto, cuya existencia es necesaria y eterna. Es el fundamento de toda la realidad, y su existencia se puede demostrar mediante razonamientos filosóficos como los cinco caminos.
  • La naturaleza de los animales: Los animales, aunque no posean alma racional, participan del Ser de Dios y tienen una finalidad propia, como la reproducción, la alimentación y la supervivencia.
  • Las plantas y los elementos: Incluso los seres más simples participan del orden universal y reflejan la sabiduría divina en su estructura y función.

La noción de realidad y la teología de Santo Tomás

En la teología de Santo Tomás, la realidad no puede ser comprendida sin tener en cuenta la existencia de Dios. La creación es un acto de amor divino, mediante el cual Dios se manifiesta en el mundo. Para Santo Tomás, la realidad es, en última instancia, una manifestación de la bondad y la sabiduría divina.

Este enfoque teológico le permite a Santo Tomás integrar la filosofía con la revelación. La realidad no es solo un objeto de estudio racional, sino también un misterio que trasciende la razón. Aunque la filosofía puede acercarse a la verdad mediante la razón, la fe complementa esta búsqueda con la revelación divina. Esta visión equilibra la racionalidad con la fe, y la filosofía con la teología.

Recopilación de conceptos clave sobre la realidad en Santo Tomás de Aquino

  • Participación: Los seres criados participan del Ser divino, pero no son idénticos a Él.
  • Ser y Esencia: En los seres criados, el ser y la esencia son distintos; en Dios son idénticos.
  • Finalismo: Todo ser tiende hacia su perfección según su naturaleza.
  • Orden ontológico: Existe una jerarquía de seres, desde los más imperfectos hasta Dios.
  • Razón y fe: La razón puede acercarse a la verdad, pero la fe revela la plenitud del conocimiento.

La visión de la realidad en la filosofía medieval

La filosofía medieval, y en particular la de Santo Tomás, se caracteriza por su enfoque sistemático y ordenado de la realidad. En esta época, los filósofos intentaban reconciliar la filosofía griega con la teología cristiana, y Santo Tomás fue uno de los más exitosos en esta tarea.

En esta visión, la realidad no es caótica, sino ordenada y finalista. Los seres existen para cumplir una finalidad, y ese orden refleja la sabiduría de Dios. Esta concepción influyó profundamente en la ciencia medieval, que veía en la naturaleza una manifestación del orden divino. A diferencia de las visiones más modernas, que a veces separan la ciencia y la filosofía, Santo Tomás integraba ambos campos en una búsqueda de la verdad última.

¿Para qué sirve la filosofía de la realidad según Santo Tomás?

La filosofía de la realidad según Santo Tomás sirve para comprender el orden del mundo y nuestra posición en él. En un contexto moderno, esta visión puede ayudarnos a dar sentido a la existencia, a encontrar propósito en nuestras acciones y a reflexionar sobre la relación entre lo temporal y lo eterno.

Además, esta filosofía tiene aplicaciones prácticas en la ética, la teología, la ciencia y la educación. Por ejemplo, en la ética, nos recuerda que cada ser tiene una finalidad y que debemos actuar según nuestra naturaleza. En la ciencia, nos invita a ver la naturaleza como un sistema ordenado que refleja la sabiduría divina. Y en la educación, nos enseña que el conocimiento debe buscar no solo la utilidad, sino también la verdad.

La realidad como manifestación del Ser divino

Otra forma de entender la realidad según Santo Tomás es verla como una manifestación del Ser divino. En esta visión, cada ser participa del Ser de Dios en una medida determinada. Esto no significa que los seres sean partes de Dios, sino que reciben su existencia de Él y reflejan su bondad y sabiduría.

Este enfoque es fundamental para comprender la teología cristiana según Santo Tomás. Dios no es una abstracción, sino el Ser que trasciende y funda toda la realidad. Su existencia no solo es necesaria, sino que también es el fundamento de la posibilidad de conocer y amar. Por tanto, la realidad no puede ser comprendida sin tener en cuenta su origen divino.

La relación entre el hombre y la realidad

Para Santo Tomás, el hombre ocupa un lugar especial en la realidad, ya que es el único ser que posee alma racional. Esta característica le permite conocer la realidad, no solo a través de los sentidos, sino también mediante la razón y la fe. El hombre, por tanto, es un ser que busca la verdad, el bien y la belleza, y que tiene como finalidad última la unión con Dios.

Esta visión del hombre como microcosmos refleja su creencia en que el hombre es el ser más perfecto entre los criados, por tener capacidad de conocer y amar. Sin embargo, también reconoce que el hombre está sujeto al pecado y a la contingencia, lo que le impide alcanzar plenamente su destino. Esta tensión entre el potencial humano y las limitaciones reales es un tema central en su filosofía.

El significado de la realidad en la filosofía de Santo Tomás de Aquino

Para Santo Tomás, la realidad es el conjunto de entes que existen y participan del Ser divino. Esta realidad no es solo material, sino también inteligible, y puede ser conocida mediante la razón. La realidad tiene una estructura ordenada, con cada ser tendiendo hacia su perfección según su naturaleza.

Además, Santo Tomás ve en la realidad una manifestación del amor y la sabiduría divina. Dios, como el Ser perfecto, es la causa primera de la existencia de todos los seres. La realidad, por tanto, no es una apariencia ni una ilusión, sino una existencia real y objetiva que refleja la bondad y la sabiduría de su Creador.

¿De dónde proviene la noción de la realidad en Santo Tomás?

La noción de la realidad en Santo Tomás de Aquino tiene sus raíces en la filosofía griega, especialmente en Aristóteles. Santo Tomás adoptó y adaptó la filosofía aristotélica para integrarla con la teología cristiana. A diferencia de Platón, quien veía la realidad como una emanación de las ideas, Santo Tomás afirmaba que la realidad es material y que los entes criados participan del Ser divino.

También influyeron en él las enseñanzas de los Padres de la Iglesia, como San Agustín, aunque Santo Tomás se distanciara de su platonismo en favor del aristotelismo. Esta fusión de filosofía y teología es lo que le da a su visión de la realidad su profundidad y coherencia.

La realidad como base de la moral y la ética

En la visión de Santo Tomás, la moral y la ética no pueden separarse de la realidad. La acción humana debe ser medida según su conformidad con la naturaleza y la finalidad del ser. Por ejemplo, actuar con justicia o con caridad no solo es una cuestión de virtud, sino también de cumplimiento de la finalidad propia del hombre.

Esta visión moral se basa en la idea de que la realidad tiene un orden natural, que refleja la voluntad de Dios. Las leyes naturales, por tanto, son leyes que reflejan la estructura misma de la realidad. Actuar contra estas leyes no solo es irracional, sino también inmoral, ya que se contradice con la naturaleza del ser.

La realidad y la ciencia según Santo Tomás de Aquino

Santo Tomás veía la ciencia como una herramienta para comprender la realidad y descubrir el orden que Dios ha establecido en el universo. La ciencia, por tanto, no solo es válida, sino que también es una forma de acercarse a la verdad última. Sin embargo, Santo Tomás también reconocía que la ciencia tiene limitaciones, ya que solo puede conocer lo que es accesible a los sentidos y a la razón.

Además, Santo Tomás defendía la idea de que la ciencia y la fe no se contradicen, sino que se complementan. La ciencia puede explicar cómo funciona la realidad, pero no puede explicar por qué existe. Esta pregunta trasciende la ciencia y entra en el ámbito de la filosofía y la teología.

Cómo entender y aplicar la noción de realidad de Santo Tomás

Para aplicar la noción de realidad de Santo Tomás en la vida cotidiana, es útil reflexionar sobre la finalidad de las acciones y sobre el orden natural que rige el mundo. Por ejemplo, en la educación, se puede enseñar a los estudiantes a buscar la verdad no solo como conocimiento, sino como una búsqueda que refleja la ordenación del universo.

En la ética personal, se puede aplicar esta visión al actuar según la naturaleza propia del ser humano, evitando actos que vayan contra la razón y la virtud. En la vida espiritual, se puede ver la realidad como una manifestación de la presencia de Dios, lo que fomenta una actitud de gratitud y admiración ante la creación.

La realidad y la experiencia humana

Otro aspecto relevante que no se ha explorado hasta ahora es cómo la experiencia humana se relaciona con la realidad según Santo Tomás. Para él, la experiencia no es solo subjetiva, sino que es una forma de conocer la realidad objetiva. La percepción sensorial, aunque imperfecta, nos da acceso a la realidad material, y la razón nos permite elevar ese conocimiento a un nivel más profundo.

Además, Santo Tomás reconoce que la experiencia humana está marcada por la contingencia y la limitación. El hombre no puede conocer toda la realidad, pero puede acercarse a ella mediante la filosofía y la teología. Esta visión equilibrada entre el conocimiento posible y la trascendencia del Ser divino es una de las razones por las que su filosofía sigue siendo relevante.

La realidad y la búsqueda de la felicidad

Una conclusión final que se puede extraer de la visión de Santo Tomás es que la realidad no solo es algo que existe, sino que también tiene un propósito: la felicidad del hombre. Para Santo Tomás, la felicidad no es un estado temporal, sino una plenitud que se alcanza al unirse con Dios. La realidad, por tanto, no solo es un marco para la existencia, sino también un camino hacia la plenitud.

Esta visión eleva la filosofía de la realidad de Santo Tomás más allá del mero análisis ontológico, y la convierte en una guía para la vida. Comprender la realidad según Santo Tomás no solo nos ayuda a entender el mundo, sino también a vivir con sentido y propósito.