Que es quedante para un musico

Que es quedante para un musico

En el mundo de la música, existen muchos términos técnicos y descriptivos que ayudan a los músicos a comprender y transmitir sus ideas con mayor precisión. Uno de ellos es quedante, una expresión que, aunque no es común en todas las escuelas musicales, puede tener relevancia en ciertos contextos. Este artículo explora a fondo qué significa quedante, su uso dentro del lenguaje musical, y cómo puede aplicarse en la práctica cotidiana de los músicos.

¿Qué significa quedante para un músico?

La palabra quedante en el contexto musical no es estándar en la mayoría de los diccionarios musicales ni en las notaciones oficiales. No obstante, en algunos ambientes musicales, especialmente en el folclore latinoamericano o en estilos más regionales, puede referirse a un tono o estilo musical que queda, es decir, que se mantiene, persiste o tiene cierta continuidad emocional o estructural. En este sentido, quedante puede describir una melodía o ritmo que se siente como si no terminara, como si el oyente deseara que se prolongara.

Además, en ciertos contextos, quedante puede referirse a una sensación de melancolía o nostalgia que impregna una pieza musical. Es una cualidad subjetiva, más asociada al sentimiento que al análisis técnico. Un ejemplo podría ser una balada andaluza o una cueca chilena que, por su ritmo lento y melancólico, se sienta quedante, atrapando al oyente con su emotividad.

El uso de expresiones descriptivas en la música tradicional

En la música tradicional, especialmente en regiones como el Caribe, la Argentina o el Perú, los músicos a menudo utilizan expresiones coloquiales para describir el carácter o la emoción de una melodía. Estas expresiones no siempre tienen un equivalente técnico, pero son fundamentales para transmitir el sentimiento que la pieza evoca. Quedante es una de esas palabras que, aunque no se encuentra en manuales académicos, es usada comúnmente por músicos para referirse a piezas que tienen cierta duración emocional, que no dejan al oyente con la sensación de que todo terminó de repente.

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Esta característica puede estar relacionada con el ritmo, la melodía o la dinámica de la pieza. Por ejemplo, una melodía con una cadencia disminuida o una progresión armónica que no resuelve completamente puede crear esa sensación de quedanza. También puede ser el resultado de una interpretación particular, en la que el músico prolonga las notas o utiliza pausas estratégicas para mantener la atención del público.

La subjetividad del lenguaje musical en contextos regionales

Es importante destacar que términos como quedante son fruto de una tradición oral y de la experiencia personal de los músicos. No se trata de un concepto académico, sino de una descripción que surge de la práctica y la percepción. En este sentido, quedante puede variar en significado según el contexto cultural o el tipo de música. En el vallenato colombiano, por ejemplo, una pieza quedante podría referirse a una que tiene una estructura lenta y pausada, mientras que en el folclore argentino podría describir una milonga con una profundidad emocional particular.

Esta subjetividad es lo que hace tan rica la música tradicional, donde el lenguaje descriptivo está lleno de matices y connotaciones que solo se comprenden a través de la experiencia auditiva y cultural.

Ejemplos de música quedante en diferentes estilos

Para entender mejor qué se entiende por quedante, podemos analizar algunos ejemplos de piezas musicales que encajarían en esta descripción:

  • Baladas andaluzas: Con su ritmo lento y melancólico, estas piezas transmiten una sensación de persistencia emocional que no termina de inmediato.
  • Cuecas chilenas: Aunque generalmente son animadas, ciertas versiones más melancólicas o interpretadas con una pausa en el ritmo pueden tener un efecto quedante.
  • Trovadas argentinas: Canciones como La Triste de Atahualpa Yupanqui son conocidas por su profundidad emocional y su estructura que parece no terminar.
  • Zambas nacionales: Estas piezas, con su ritmo pausado y melódica tristeza, suelen ser descritas por los músicos como quedantes.
  • Cumbias en tonos menores: Aunque son más ritmadas, ciertas interpretaciones cumbieras en tonos menores pueden tener una cualidad quedante por su tonalidad y dinámica.

El concepto de persistencia emocional en la música

Uno de los conceptos que se acerca más al significado de quedante es el de persistencia emocional. Este término describe cómo una pieza musical puede mantener una emoción o una atmósfera durante toda su duración, sin resolver abruptamente. En la música clásica, por ejemplo, una pieza que no resuelve a la tónica puede dejar al oyente con una sensación de inquietud o melancolía que queda con él incluso después de que la música haya terminado.

En el jazz, este concepto se manifiesta en solos que no cierran de manera convencional, o en progresiones armónicas que se sienten como si se extendieran indefinidamente. En la música folclórica, la persistencia emocional se logra a través de melodías repetitivas, ritmos pausados y texturas sonoras que envuelven al oyente, creando una experiencia auditiva profunda y memorable.

Diez ejemplos de música con cualidades quedantes

A continuación, se presentan diez ejemplos de piezas musicales que podrían describirse como quedantes por su estructura, tonalidad o interpretación:

  • La Triste – Atahualpa Yupanqui
  • Balada de un Locatario – Mercedes Sosa
  • Cielito Lindo – versión lenta y melancólica
  • Canción del Alba – Mercedes Sosa
  • La Milonga de los Sueños – Mercedes Sosa
  • No Me Mires Así – Mercedes Sosa
  • Arrorró – Mercedes Sosa
  • El Silencio – Mercedes Sosa
  • La Cautiva – Mercedes Sosa
  • Cielito Lindo – versiones folclóricas en tonos menores

Estas piezas, aunque de diferentes estilos, comparten una cualidad común: una emoción que persiste, una atmósfera que no termina abruptamente, una estructura que quedante en el sentido de que se siente como si no hubiera final.

El lenguaje musical en contextos no académicos

En muchos casos, los músicos no necesitan un vocabulario técnico para describir una pieza musical. En lugar de eso, recurren a expresiones como quedante, duro, lindo, agarrado o suavecito, que no son académicas, pero son perfectamente comprensibles dentro del contexto de su práctica. Estas expresiones son fruto de la experiencia y del contacto directo con el público, y reflejan cómo la música se vive y se siente más que cómo se analiza.

Por ejemplo, un músico podría decir que una pieza es quedante porque te agarra y no te suelta, o porque se siente como si no terminara. Estos comentarios son subjetivos, pero son valiosos para entender cómo la música afecta emocionalmente al oyente.

¿Para qué sirve la descripción quedante en la música?

La descripción de una pieza como quedante sirve principalmente para transmitir una emoción o una sensación específica. Para el músico, esta expresión puede guiar su interpretación, indicándole que debe prolongar ciertas notas, usar pausas estratégicas o adoptar un tono más melancólico. Para el oyente, quedante puede ser una descripción útil para seleccionar o recomendar una pieza que tenga cierta cualidad emocional.

Además, en contextos de enseñanza musical informal, donde no se utiliza un lenguaje académico, este tipo de descripciones son esenciales para que los músicos se entiendan entre sí y compartan su experiencia artística de manera efectiva. Por ejemplo, un profesor podría decirle a su estudiante: Interpreta esto como una pieza quedante, para que el oyente sienta que no termina de inmediato.

Sinónimos y variantes de quedante en el lenguaje musical

Aunque quedante es un término no estándar, existen otras expresiones que pueden transmitir ideas similares dentro del lenguaje musical:

  • Melancólico: una pieza que transmite tristeza o nostalgia.
  • Agarrado: una pieza que agarra al oyente, que lo involucra emocionalmente.
  • Sostenido: una melodía que parece prolongarse en el tiempo.
  • Lento: una pieza que no tiene un ritmo acelerado, permitiendo la persistencia de la emoción.
  • Emocional: una pieza que transmite sentimientos profundos.

Estos términos, aunque no son sinónimos directos de quedante, pueden ayudar a describir piezas con cualidades similares y son útiles en contextos donde la comunicación emocional es prioritaria sobre el análisis técnico.

La importancia de la emoción en la música folclórica

En la música folclórica, la emoción es uno de los elementos más importantes. Las piezas no solo se interpretan, sino que se viven, y la conexión emocional entre el músico y el oyente es fundamental. Términos como quedante reflejan esta conexión, ya que describen cómo una pieza puede quedar en la mente o en el corazón del oyente.

La emoción en la música folclórica no se limita a la melancolía. También puede manifestarse en la alegría, la esperanza o la celebración. Sin embargo, en muchos casos, especialmente en estilos como la milonga o la zamba, la emoción persistente es una característica distintiva que define la pieza como quedante.

El significado cultural de quedante en la música

Quedante no es solo una descripción técnica; es un concepto cultural que refleja cómo los músicos y oyentes perciben la música en su entorno. En muchas comunidades, la música no solo se escucha, sino que se vive como parte de la identidad colectiva. Una pieza que se siente quedante puede ser más que una canción: puede ser un recordatorio de un momento, una forma de transmitir un sentimiento ancestral o un puente entre generaciones.

Este significado cultural es especialmente importante en contextos donde la música es un medio de comunicación oral y emocional. En estas comunidades, el lenguaje musical se construye de manera intuitiva, y términos como quedante son parte de esa construcción, reflejando una experiencia compartida y una forma única de entender la música.

¿De dónde proviene el término quedante en la música?

El origen del término quedante en el contexto musical es difícil de rastrear con exactitud, ya que no es un término académico ni técnico. Sin embargo, es probable que provenga del uso coloquial en comunidades donde la música folclórica es una parte fundamental de la vida cultural. En estos entornos, los músicos a menudo describen una pieza como quedante para indicar que tiene una cualidad que persiste, que no termina abruptamente.

También podría tener raíces en el lenguaje de los oyentes, quienes utilizan expresiones como esta canción me queda para describir una pieza que les causa una emoción duradera. A través del tiempo, esta descripción podría haberse convertido en un término común dentro de los círculos musicales informales.

Variantes regionales del concepto quedante

Como se mencionó anteriormente, el término quedante puede tener diferentes matices según la región o el estilo musical. En la Argentina, por ejemplo, una milonga quedante podría referirse a una que tiene una estructura melódica que se repite constantemente, creando una sensación de inmovilidad emocional. En el Perú, una pieza quedante podría describirse como una que tiene una progresión armónica que no resuelve de manera convencional.

En Colombia, en contextos de música vallenata, quedante podría referirse a una pieza que tiene un ritmo pausado o una melodía que parece prolongarse indefinidamente. En todos estos casos, el término no es académico, pero es útil para describir una cualidad emocional o estructural que es apreciada por los músicos y oyentes de esas tradiciones.

¿Cómo se usa el término quedante en la práctica musical?

En la práctica musical, el término quedante se utiliza principalmente como una descripción subjetiva. Los músicos lo usan para transmitir cómo deben interpretar una pieza o cómo suenan ciertas melodías. Por ejemplo, un director de orquesta podría decirle a su banda: Interpreten esta pieza como quedante, para que el oyente sienta que no termina. Un cantor podría describir una canción como quedante porque me agarra y no me suelta.

También se usa en contextos de selección de repertorio, donde un músico puede recomendar una pieza quedante para un momento particular, como una velada íntima o una celebración más melancólica. En este sentido, quedante no es solo una descripción técnica, sino una herramienta para transmitir emociones y experiencias musicales.

Cómo usar la palabra quedante en la práctica musical

Para usar el término quedante de manera efectiva, es importante entender que no se trata de un término técnico, sino de una descripción subjetiva. Por lo tanto, su uso depende del contexto y de la intención del músico. Aquí hay algunos ejemplos de cómo podría usarse:

  • En una conversación con otros músicos: Esta melodía se siente quedante, ¿la tocas así o la aceleras un poco?
  • En una interpretación: Voy a interpretar esta canción como quedante, para que el oyente sienta que no termina.
  • En una selección de repertorio: Necesito una pieza quedante para este momento, algo que agarre al público.
  • En la enseñanza musical informal: Interpreta esto como quedante, para que el oyente sienta que la emoción se prolonga.

En todos estos ejemplos, quedante se usa como una guía para la interpretación, la selección o la comunicación emocional de la música.

El impacto emocional de la música quedante

Una de las razones por las que las piezas quedantes son tan apreciadas es su capacidad para crear un impacto emocional duradero. Estas piezas no solo se escuchan, sino que se sienten. Pueden evocar recuerdos, emociones profundas o incluso un sentimiento de inquietud que persiste incluso después de que la música haya terminado.

Este impacto emocional es especialmente poderoso en contextos como funerales, velorios o celebraciones íntimas, donde la música no solo acompaña el evento, sino que forma parte de la experiencia emocional del momento. En estos casos, una pieza quedante puede ser el elemento que conecte a los asistentes y que transmita un sentimiento compartido.

La evolución del lenguaje musical en el tiempo

El lenguaje musical no es estático; evoluciona con el tiempo, influenciado por nuevas tendencias, tecnologías y experiencias culturales. Términos como quedante son parte de esta evolución, reflejando cómo los músicos describen su arte de manera intuitiva y emocional. A medida que nuevas generaciones de músicos adoptan y adaptan estos términos, el lenguaje musical se enriquece y se diversifica.

En el futuro, es posible que quedante se convierta en un término más reconocido, o que se reemplace por otro que capture mejor la misma idea. Sin embargo, mientras exista una necesidad de describir la emoción persistente de una pieza musical, términos como quedante continuarán siendo parte del lenguaje musical.