Tipos de drogas extasis que es y daños

Tipos de drogas extasis que es y daños

La cuestión de las sustancias psicoactivas es un tema complejo y sensible, especialmente cuando se habla de sustancias como el extasis, cuyo consumo puede tener consecuencias profundas tanto en el individuo como en la sociedad. El extasis es una droga sintética que pertenece al grupo de los estimulantes, y su uso, aunque a menudo asociado a contextos festivos o sociales, conlleva riesgos significativos para la salud física y mental.

En este artículo exploraremos en profundidad qué es el extasis, sus tipos más comunes, los daños que puede causar a corto y largo plazo, y qué medidas se pueden tomar para prevenir su consumo. Además, se brindará información sobre los síntomas de intoxicación, las consecuencias legales y el impacto en el desarrollo personal y social. Este análisis busca ser un recurso informativo y preventivo, con un enfoque basado en datos científicos y ejemplos reales.

¿Qué es el extasis y cómo actúa en el organismo?

El extasis, cuyo nombre químico es metilendioxianfetamina (MDMA), es una droga sintética que actúa como un estimulante y un entactógeno. Esto significa que incrementa la energía, la sociabilidad y el sentimiento de cercanía con los demás, lo que ha hecho que sea popular en fiestas nocturnas y raves. Su mecanismo de acción se basa en la liberación de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina, lo que produce sensaciones de euforia, bienestar y aumento de la confianza.

A nivel bioquímico, el extasis interfiere con la reabsorción de estos neurotransmisores en el cerebro, lo que prolonga su efecto. Sin embargo, con el uso repetitivo, puede provocar una disminución de los receptores de serotonina, lo que lleva a trastornos emocionales, depresión y ansiedad. Además, puede causar hipertermia (aumento de la temperatura corporal), deshidratación y daños en órganos como el hígado y los riñones.

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Un dato histórico interesante

El extasis fue sintetizado por primera vez en 1912 por los laboratorios Merck, pero su uso como droga recreativa no comenzó hasta la década de 1970, cuando fue introducido en los círculos terapéuticos. En los años 80, su consumo se expandió rápidamente entre jóvenes, especialmente en fiestas electrónicas. En 1985, fue clasificado como una droga de lista I en Estados Unidos, lo que significa que no tiene uso médico reconocido y tiene un alto potencial de abuso.

Diferencias entre el extasis y otras drogas recreativas

Aunque el extasis comparte algunas características con otras drogas como la anfetamina o la metanfetamina, su efecto es bastante distinto. Mientras que las anfetaminas producen alerta y energía, el extasis se distingue por su efecto entactógeno, es decir, su capacidad para generar empatía y conexión social. Esto lo hace diferente de drogas como la cocaína, que actúa como un potente estimulante pero no genera sensaciones de conexión emocional.

Otra droga con efectos similares es la mescalina, presente en los hongos alucinógenos, pero el extasis no provoca alucinaciones visuales como sí lo hace la LSD o el ácido lisérgico. En cambio, el extasis produce una distorsión temporal y una sensación de bienestar intensa, que puede durar entre 3 y 6 horas dependiendo de la dosis.

El extasis también se diferencia del ecstasy en el sentido de que el ecstasy es una pastilla que puede contener MDMA como ingrediente principal, pero también puede tener otros componentes como MDA, MBDB, MDA, o incluso sustancias peligrosas como cetamina, efedrina o PMA, que pueden ser fatales. Esto lo convierte en una droga especialmente peligrosa por su composición variable.

Tipos de extasis y su peligroso contenido adicional

Un factor crítico del extasis es que rara vez se consume en su forma pura. Muchas veces, lo que se compra como extasis en el mercado negro no es más que una mezcla de sustancias, algunas de las cuales pueden ser extremadamente peligrosas. Por ejemplo, el PMA (3,4-metilen dietil amanfetamina) es una sustancia que puede causar fiebre, convulsiones e incluso la muerte, y a menudo se confunde con el MDMA por su nombre similar.

Además, algunas pastillas pueden contener efedrina o pseudoefedrina, que son estimulantes que pueden causar hipertensión y arritmias cardíacas. En otros casos, se han encontrado trazas de cetamina o ácido lisérgico, lo que complica aún más la situación. Por eso, no solo es peligroso el extasis puro, sino también cualquier sustancia ilegal comprada en el mercado negro, cuya composición es impredecible.

Ejemplos reales de los daños causados por el extasis

Existen varios casos documentados que ilustran los daños que puede causar el consumo de extasis. En 2010, un joven de 22 años falleció en una discoteca en España después de consumir una pastilla que contenía PMA, una sustancia que imita al MDMA pero que es mucho más peligrosa. En otro caso, un adolescente de 17 años fue hospitalizado en Alemania después de consumir una dosis excesiva de extasis, lo que le provocó hipertermia severa y daño renal irreversible.

Los síntomas comunes de intoxicación incluyen:

  • Aumento de la temperatura corporal (hipertermia)
  • Deshidratación
  • Temblores y convulsiones
  • Aumento de la presión arterial
  • Ansiedad y paranoia
  • Insomnio y depresión pos-efecto

En algunos casos, especialmente con el consumo repetido, se han reportado trastornos de memoria, depresión severa y alteraciones en el funcionamiento del sistema nervioso central.

El concepto de entactógeno y su relación con el extasis

El extasis es conocido como un entactógeno, un término que se refiere a sustancias que mejoran la sensación de conexión interpersonal y empatía. Este efecto es lo que lo hace tan popular en entornos sociales, donde se busca una experiencia de conexión más profunda. Sin embargo, esta propiedad no elimina los riesgos, y en muchos casos puede llevar al individuo a sobrestimar el efecto de la droga y a consumirla de manera insegura.

El efecto entactógeno del extasis se debe principalmente a la liberación de serotonina y oxitocina en el cerebro. Estos neurotransmisores están relacionados con la sensación de bienestar y de confianza. Sin embargo, con el uso prolongado, el cerebro puede reducir la producción natural de estos químicos, lo que puede llevar a un estado de ansiedad, depresión y aislamiento social después del consumo.

Recopilación de los efectos más comunes del extasis

A continuación, se presenta una lista de los efectos más comunes asociados al consumo de extasis, clasificados por su impacto:

Efectos a corto plazo:

  • Euforia y bienestar
  • Aumento de la energía y alerta
  • Mejora de la sociabilidad
  • Distorsión temporal
  • Aumento de la temperatura corporal
  • Deshidratación
  • Náuseas y dolores de cabeza

Efectos a largo plazo:

  • Depresión y ansiedad pos-efecto
  • Daño en la memoria y en la función cognitiva
  • Problemas de insomnio
  • Alteraciones en el estado de ánimo
  • Dependencia psicológica
  • Daño renal y hepático
  • Riesgo de psicosis en consumidores crónicos

El impacto del extasis en la salud mental

El impacto del extasis en la salud mental es uno de los aspectos más preocupantes de su consumo. Aunque inicialmente puede producir una sensación de bienestar y euforia, el uso repetido puede llevar a consecuencias negativas significativas. La liberación excesiva de serotonina en el cerebro puede agotar los receptores de esta neurotransmisora, lo que lleva a una disminución en la producción natural del cerebro, resultando en trastornos depresivos.

Además, hay estudios que muestran que el consumo crónico de extasis puede provocar una disminución en la capacidad de concentración y en la memoria a largo plazo. Esto se debe a que la serotonina también está involucrada en procesos cognitivos esenciales. Algunos usuarios reportan dificultad para recordar eventos recientes o para concentrarse en tareas diarias después de sesiones prolongadas de consumo.

Otro efecto común es la aparición de síntomas de ansiedad y paranoia, especialmente en entornos donde el individuo se siente vulnerable o incómodo. Esto puede llevar a un aislamiento social progresivo, ya que el individuo puede temer a los demás o no confiar en las personas a su alrededor.

¿Para qué sirve el extasis?

Aunque el extasis es una droga ilegal en la mayoría de los países y no tiene un uso terapéutico reconocido oficialmente, existen estudios en marcha que exploran su potencial uso en la psicoterapia, especialmente en el tratamiento de trastornos de estrés postraumático (TEPT). En estos casos, se administra bajo control médico y en entornos terapéuticos seguros, con el objetivo de facilitar la empatía y la apertura emocional del paciente.

Sin embargo, es importante destacar que estos estudios son muy limitados y no justifican el consumo recreativo de la droga. El uso terapéutico del extasis está estrictamente regulado y solo se permite en contextos controlados por médicos especializados. En el ámbito recreativo, su uso no solo carece de beneficios reales, sino que conlleva riesgos graves para la salud.

Sustancias similares al extasis y sus diferencias

Existen varias sustancias que se consideran similares al extasis en términos de efectos, aunque difieren en su composición y en su peligrosidad. Algunas de ellas incluyen:

  • MDA (3,4-metilen dietil amanfetamina): Similar al MDMA, pero con efectos más alucinógenos.
  • MDMBDB (3,4-metilendioxi-α-metilbenzilamina): También conocido como BDB, tiene efectos similares al extasis, pero con mayor riesgo de toxicidad.
  • PMA (p-metoxicimetanfetamina): Muy peligroso, puede causar fiebre, convulsiones y la muerte.
  • Mephedron: También conocido como bath salts, tiene efectos similares al extasis, pero con un mayor riesgo de psicosis.

Aunque todas estas sustancias pueden generar efectos similares al extasis, su peligro varía significativamente. Es crucial que los usuarios potenciales comprendan que ninguna de estas sustancias es segura, y que su consumo puede tener consecuencias graves e incluso mortales.

El entorno social y el consumo de extasis

El entorno social en el que se consume el extasis también juega un papel importante en los riesgos asociados. Muchas veces, el consumo ocurre en entornos como fiestas electrónicas, raves o conciertos, donde hay poca supervisión médica y donde los usuarios pueden estar expuestos a condiciones extremas de calor, deshidratación y aglomeración.

Además, en estos entornos es común que los usuarios consuman múltiples sustancias al mismo tiempo, como alcohol, cocaína o marihuana, lo que puede exacerbar los efectos negativos del extasis y aumentar el riesgo de sobredosis. La presión social también puede llevar a algunos jóvenes a consumir la droga sin conocer los riesgos o sin tener un conocimiento adecuado de su efecto en el organismo.

¿Qué significa extasis y cómo se identifica?

El término extasis proviene del griego ekstasis, que significa estar fuera de sí o trascender. En el contexto de la droga, el extasis se refiere a un estado alterado de conciencia, donde el usuario experimenta una sensación de euforia, conexión y bienestar. Sin embargo, es importante diferenciar el concepto filosófico del término químico.

En términos químicos, el extasis se identifica por su fórmula molecular:C11H15NO2. Su estructura química lo relaciona con la anfetamina, pero con grupos metileno y metoxi que le dan sus efectos entactógenos. A nivel físico, el extasis puede presentarse como una pastilla colorida con logotipos o formas distintivas, aunque su apariencia no garantiza su pureza o seguridad.

También es común encontrar el extasis en forma de polvo blanco, aunque este formato es menos común que el de pastillas. La dosis típica varía entre 100 y 150 mg, aunque esto puede variar según el fabricante y la pureza del producto.

¿Cuál es el origen del nombre extasis?

El nombre extasis tiene un origen filosófico y teológico. En la antigua filosofía griega, especialmente en la tradición platónica, el extasis se refería a un estado de trascendencia espiritual o un momento de conexión con lo divino. Este término fue adoptado por los científicos para nombrar a la sustancia MDMA debido a su capacidad para inducir una sensación de conexión y bienestar intensos.

Sin embargo, es importante destacar que el uso filosófico del término no tiene relación con el uso recreativo de la sustancia. De hecho, el extasis moderno es una droga sintética que fue desarrollada en el laboratorio con fines científicos, pero que fue rápidamente adoptada por el mercado negro. Su nombre, aunque evocador, no refleja su peligrosidad ni los riesgos que conlleva su consumo.

Sustitutos legales del extasis y su peligro

A menudo, se promueven como sustitutos legales del extasis algunas sustancias que se venden como bath salts, plant food o research chemicals. Estas sustancias son comercializadas como si fueran inofensivas, pero en realidad son compuestos químicos no regulados que pueden tener efectos similares al extasis, pero con un riesgo mucho mayor.

Algunos ejemplos incluyen:

  • Mephedron
  • MDPV (methylenedioxypyrovalerone)
  • 4-MMC (methylone)

Estas sustancias son más potentes que el extasis y pueden causar psicosis, convulsiones y daño renal severo. Además, al no estar reguladas, su dosis y pureza son impredecibles, lo que aumenta aún más el riesgo.

¿El extasis causa adicción?

Aunque el extasis no genera dependencia física como la que se ve con las opioides o la nicotina, sí puede provocar una dependencia psicológica. Esta dependencia se manifiesta en el deseo constante de consumir la droga para experimentar su efecto euforizante o para mitigar los síntomas de depresión o ansiedad que pueden surgir después de una sesión de consumo.

Los usuarios pueden comenzar a consumir el extasis con cierta periodicidad, lo que lleva a la adaptación del cerebro y a una mayor necesidad de la sustancia para lograr los mismos efectos. Esta dependencia psicológica puede llevar al aislamiento social, al deterioro académico o laboral, y a problemas de salud mental.

¿Cómo usar el extasis y cuáles son las recomendaciones de seguridad?

A pesar de que el uso del extasis no es recomendable ni legal, hay algunas medidas que se pueden tomar para minimizar los riesgos en caso de que una persona decida consumirlo. Estas incluyen:

  • Hidratarse adecuadamente para evitar la deshidratación.
  • Evitar el calor extremo y buscar lugares frescos si se está en una discoteca o evento.
  • No mezclar con otras sustancias, especialmente alcohol o cocaína.
  • Conocer la dosis y no superarla.
  • Llevar una identificación médica en caso de emergencia.

Es importante destacar que estas recomendaciones no hacen el extasis seguro, sino que solo buscan reducir los riesgos en caso de uso. El mejor consejo sigue siendo no consumirlo en absoluto.

El impacto legal y social del consumo de extasis

El consumo de extasis está prohibido en la mayoría de los países del mundo, incluyendo España, Estados Unidos, Reino Unido y Francia. En muchos lugares, su posesión, distribución o consumo puede resultar en sanciones legales, multas o incluso encarcelamiento. Además, hay leyes que castigan el consumo en entornos públicos o en eventos específicos, como raves o conciertos.

A nivel social, el consumo de extasis también puede tener consecuencias negativas, como el estigma asociado al usuario, la dificultad para encontrar trabajo o la ruptura de relaciones personales. Además, hay estudios que muestran que el consumo de drogas ilegales, como el extasis, está asociado con un mayor riesgo de participación en actividades delictivas o de exclusión social.

La importancia de la prevención y el tratamiento

La prevención del consumo de extasis es clave para evitar sus consecuencias negativas. Las campañas de sensibilización, la educación en centros educativos y la promoción de estilos de vida saludables son estrategias efectivas. Además, es fundamental que los jóvenes tengan acceso a información fiable sobre los riesgos del consumo de drogas, ya que muchas veces se basan en mitos o en información errónea.

Para los usuarios que ya han desarrollado dependencia o que han sufrido daños por el consumo, existen programas de tratamiento y apoyo psicológico. Estos programas suelen incluir terapia cognitivo-conductual, grupos de apoyo y, en algunos casos, medicación para tratar síntomas como la depresión o la ansiedad pos-efecto.